Desmanes, docenas de canecas incendiadas para armar barricadas, civiles y policías heridos, abusos de autoridad, amenazas a comerciantes, el surgimiento del grupo Primera Línea y apoyo a la manifestación, se han convertido en el día a día de los habitantes de la localidad de Usme, en especial del barrio La Marichuela, desde hace tres semanas cuando arrancó el Paro Nacional en Colombia. Así va el paro en la zona.

La mayor parte de las personas se reúnen en el ‘Puente de la Dignidad’, un lugar que lleva ese nombre desde el Paro Nacional del 19 del noviembre del 2019, y un punto icónico de la resistencia popular de la zona quinta, donde varias generaciones han sido testigos de de enfrentamientos con la Policía Nacional en apoyo a casi todos los paros que ha habido en la historia del país.

Las últimas semanas no han sido la excepción y los enfrentamientos entre manifestantes y policías se extienden a través de la calle principal del barrio La Marichuela, desde la entrada que limita con la Avenida Caracas, hasta el corazón del barrio.  Pasando junto a la estación de Bomberos y ubicándose finalmente en la parte de atrás de la biblioteca La Marichuela, donde 4 vías se conectar hacía diferentes destinos.

Foto: Vidal Romero
Foto: Vidal Romero. Docenas de manifestantes arman barricadas con canecas en basura en el corazón del barrio La Marichuela

Y a lado y lado de las vías, cientos de casas que se comunican entre sí como laberintos y donde no pueden entrar los policías por las calles angostas y las varias salidas que han favorecido a los manifestantes, quienes las han acogido de refugió para continuar su batalla, aprovechando su conocimiento de la zona.

Entre las calles de La Marichuela / 19M

A lo largo y estrecho de las calles se escuchan cientos de gritos insultando a la Policía, curiosamente no son los de los manifestantes, son los vecinos desde las ventanas de sus casas. De “hijueputas y asesinos” no los bajan, además les regalan agua y comida a los manifestantes, quienes han luchado con la Policía desde las 10 de la noche del 19 de mayo, cuando un pequeño grupo de personas encapuchadas decidieron irse a lanzar piedras y una bomba molotov contra la Policía. Todo lo anterior unos minutos después de que se retiró del ‘Puente de la Dignidad’ el grupo Primera Línea.

Foto: Alexander Vargas. Los jóvenes del recién creado grupo de Primera Línea en la localidad de Usme, corren con sus improvisados elementos de protección, esperando ser escuchados pronto por el Gobierno nacional.

De hecho, uno de los voceros de Primera Línea le contó a El Tiranosaurio Digital que ellos no son “los que ocasionan” los desmanes. Y que están allí para hacer “resistencia en el lugar que están convocados” para eso y no para desplazarse ni hacer vandalismo.

Además, que para ellos es una situación muy crítica “porque no saben cómo solucionar el problema”, sienten en cierta medida que es luchar contra la comunidad. “Y es que son personas que llegan a las 6 o 7 de la noche, no han estado enterados de lo que se ha hecho en todo el día, y llegan a ocasionar desmanes”, dice el vocero.

Foto: Vidal Romero. Varios vecinos salieron de sus casas para ver el ruidoso enfrentamiento entre los manifestantes contra la Policía y el ESMAD.

Pese a eso, la noche del 19 de mayo, y a la cabeza del pequeño grupo de agitadores, una histeria colectiva se apoderó las personas y la lucha se alargó hasta pasada la media noche en medio canecas incendiadas para armar barricadas, cientos de destrozos en las calles y un par de disparos que no mataron a nadie.

Foto: Vidal Romero. Usando las canecas como barricadas, varios jóvenes se agruparon en el centro del barrio La Marichuela, en Usme.

Amenazas a los comerciantes

Por si fuera poco, el 18 de mayo circularon varios mensajes a través de redes sociales firmados por las FARC, advirtiendo a los “vendedores ambulantes, almacenes, tiendas de barrio, Fruver, panaderías, ferreterías y todo tipo de negocio empresarial” que no fueran a abrir sus locales o serían “sometidos a un consejo de guerra” o “asesinados” (expresado con calaveras).

Y en uno que otro lugar que se atrevió a abrir, hubo denuncias de que un par de personas en una motocicleta, acompañados por una camioneta blanca con vidrios oscuros, hostigaron con armas a los propietarios para que cerraran. Una amenaza que siguieron docenas de negocios de la localidad.

Foto: Sebastian Vargas. En el enfrentamiento contra la Policía, varios jóvenes lograron incendiar la moto de un uniformado, mientras grita que está cansado del abuso estatal.

Hasta el momento ninguna disidencia del extinto grupo de las FARC se ha atribuido el hecho y nadie está seguro de quien escribió la amenaza, lo único cierto para los comerciantes es que: sumado a las perdidas económicas que ha causado el Covid-19, el plan de la alcaldesa Claudía López de trabajar 4 días y descansar 3 para ralentizar la tasa de contagio y liberar unidades de cuidados intensivos -UCI-, el Paro Nacional, es un golpe más para los microempresarios de la localidad. Aunque pese a eso una gran mayoría lo apoyan.

La cultura como herramienta de resistencia

A lo largo de estas tres semanas de Paro Nacional la cultura ha sido uno de los motores de expresión más notables que han tenido los jóvenes en el país y Usme no se quedó atrás. En el ‘Puente de la Dignidad’ han cantado varios artistas, gracias a varias cabinas de sonido que han traído algunos asistentes.

Y a tan solo unos metros del puente, el 8 de mayo, Manuel Higuera junto a otro grupo de jóvenes hicieron “el primer Sound System Usmeko”, una actividad que reunió a deportistas, acróbatas, músicos, dj’s, grafiteros, y bailarines, “en memoria de los caídos en el Paro Nacional y contra el gobierno de Iván Duque y Álvaro Uribe Vélez”.

“Para nosotros es lamentable ver que están matando a la gente, que están tirando una piedra y combatiendo, entonces, desde nuestros saberes decidimos hacer esta protesta”, cuenta Higuera.

Foto: Vidal Romero. Varios jóvenes se reunieron en el Puente de la Dignidad para hacer un evento en rechazo a las personas asesinadas, presuntamente, por la Fuerza Pública.

Mientras que para el deportista extremo, Andrés Pinto, conocido como Vértigo, el evento es una forma de resistencia pacífica. El resalta que Usme significa “nido de amor” y lo que están haciendo en el Sound System es “expresando ese amor que sentimos por nuestro pueblo”.

También reconoce que esta es una actividad que se desarrollo en medio del paro y que es una oportunidad para manifestar el cansancio que tienen por la violencia y por eso concluye que “a través de estas actividades también podemos mostrar resistencia”.

La respuesta oficial | Entrevista con la alcaldesa de Usme

Frente a las violaciones de Derechos Humanos, abusos de las autoridades y los excesos de los manifestantes, la alcaldesa de Usme, Mabel Sua, dijo que su administración se comprometió a instalar una mesa permanente de Derechos Humanos que acompañará a los manifestantes, algo que se ha cumplido a lo largo de estos días.

Sin embargo, frente a la petición de los protestantes de retirar el ESMAD, la alcaldesa respondió que eso no está en manos de su administración sino a cargo del Ministerio de Defensa, algo que le ha provocado rechazos por parte de algunos de los manifestantes.

Foto: Vidal Romero. Casquillos de bala disparados por la Policía Nacional la noche del 19 de mayo en el barrio La Marichuela.
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Usme, radiografía del paro nacional en la zona quinta by Vidal Romero – El Tiranosaurio Digital is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.
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