Porque es una de las principales fuentes de agua de Bogotá y el mundo, uno de los ecosistemas que más luchan contra el cambio climático y una de los más grandes reservas naturales de Colombia, El Tiranosaurio Digital los invita a disfrutar, cuidar y obviamente recorrer el Parque Nacional Natural Chingaza, un frío paraíso a pocos kilómetros de la capital que alberga más de 2000 especies de flora y fauna del planeta.

Por Alejandra Ramírez  Fotos: Camilo Monsalve

Si usted es amante de los viajes, la ecología, el cuidado del medio ambiente y del aire puro, le puede interesar el Parque Nacional Natural Chingaza –PNNC-que está ubicado en la Cordillera Oriental de los Andes colombianos, a pocos minutos de Bogotá.
Este parque nacional es un páramo, que como tal es una potente fábrica de agua que provee de este líquido vital a la capital y a una parte de la población del Meta y Cundinamarca, los departamentos por los que despliega su belleza.
En él podemos encontrar las lagunas de Siecha y Chingaza, de origen glaciar, que representan la imponencia de este frío paraíso que alcanza su altura máxima a unos 3.855 metros sobre el nivel del mar. Y que bajo la administración del Acueducto de Bogotá suministra el agua para casi el 80 % de la ciudad.
En los últimos 25 años el parque ha pasado por un proceso de restauración ecológica debido a que antes no se le daba la importancia que tiene para la conservación de la vida, por lo que desde el 6 de junio de 1977 se convirtió oficialmente en una reserva natural. […]
[…] Porque antes de ser declarado reserva, la empresa de Cemento Samper tenía una mina conocida como Palacio, de la que sacaban piedra caliza. Que posteriormente fue comprada por la empresa Cemex y debido al daño ambiental que generaba tuvo que donar 2.400 hectáreas de terreno. Ahora solo se evidencian las ruinas de la mina y el lugar poco a poco se restablece con el ecosistema natural.
Animales como el venado, el oso de anteojos, el puma, el tigrillo, el leopardo y la danta de páramo, entre otros, son algunas de las más de 2 mil especies, que si tienen suerte, podrán observar en este imponente lugar donde nace el agua. 
También se puede disfrutar la exuberante flora, como el valle de los Frailejones, donde coexisten miles de estas plantas de páramo. El parque cuenta con cuatro especies de frailejón, de las cuales una es endémica (Espeletia Uribei).
Caminatas, senderismo y camping son otros de los planes que puede realizar en este maravilloso lugar de los Andes. Si usted tiene intención de acampar en el parque debe hacerlo en el sector de Monteredondo. Recuerde que la entrada al parque cuesta 12 mil por persona, 7.500 niños, 35 mil extranjeros y que la noche de camping cuesta 10 mil.,
Allí también se respira además tradición indígena. En esta zona los Muiscas adoraban el sol y las lagunas, que utilizaron para realizar sus ritos de peregrinación, festejos y ofrendas. Los páramos por su gran altura son el ecosistema con mayor irradiación solar del mundo, lo que genera la flora de montaña más rica del planeta.
10. Estos cielos son custodiados por el rey de las aves voladoras: el Cóndor de los Andes. Un carroñero de aproximadamente 10kg en su edad adulta, que con las alas extendidas abarca casi tres metros a lo ancho, vital para el mantenimiento del lugar, limpiándolo de de los animales muertos y evitando así que se contaminen los recursos hídricos.
En Colombia tenemos el 49% de los páramos del mundo y en Bogotá está el más grande todos: el Páramo de Sumapaz.
12. #ElTiranosaurioDigital #elpaísquevalelapenaver

Licencia Creative Commons
Chingaza, una fábrica de agua para Bogotá por Alejandra Ramirez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.

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