El pasado 6 de diciembre se celebró en el salón comunal del barrio almirante Padilla una nueva versión del Festival de las Artes Usme, un espacio creado para los artistas de la localidad, que este año se invitó a sus participantes a hablar sobre el paradigma urbano rural en el que se desenvuelve Usme, sus beneficios y dificultades.

Este año nos dedicamos a hablar sobre la “contradicción urbano rural en la que se desenvuelve Usme porque seguramente en unos años ya no exista seguramente se vuelva un pasado sin futuro”, nos cuenta Laura López, una de las creadoras del festival y miembro del colectivo Usme Visual Sur.

Para ella, esta exposición, que reunió a 7 artistas locales que presentaron su obra en formatos como fotografía, escultura y pintura, “recoge sus miradas” y nos “habla de este periodo de transición que estamos viviendo en la localidad”.

Y lo dice por la feroz lucha que estamos viviendo en Usme, entre la expansión masiva de las torres de apartamentos y la intromisión de estos en el medioambiente, recordando que la zona quinta es una de las localidades con más metros cuadrados verdes por persona en Bogotá.

“Me parece interesante que se abran este tipo de espacios, creo que se me abrió una puerta muy grande porque mi intención es traer la experiencia de la gestión cultural a este territorio” nos cuenta Leonel Rivera, el único participante que no era de Usme.  

Para él, conocer a los artistas y organizadores del evento es muy importante porque es una relación que se debe hacer para fortalecer este tipo de espacios.

Algo en lo que concuerda el colectivo Pana Negra, el único colectivo que ganó de forma grupal. Y que se especializa en trabajo con arcilla desde el moldeo ancestral, recuperando los saberes que habitan en el territorio de Usme, dice Sindy Juliet Cuevas, parte del colectivo.

“Esta es nuestra primera exposición, pero es muy importante que se abran este tipo de espacios porque dan visibilidad a los procesos artísticos que se están llevando en la localidad. Algo muy interesante porque uno no conoce a otros artistas y estos espacios se dan para intercambiar y conocer un poco de lo que los demás hacen”.

Como la obra de Yulith Martínez, ilustradora y artista Usmeña, quien participó con su obra La memoria secreta de la ruraleza usmeña. “Una obra que conversa sobre la magia que vemos cotidianamente en la ruralidad y que ha permitido ver la intimidad que hay allí”.

Cuatro ilustraciones, que a su vez son como el santiamén que se hace en la ruralidad, “al ver tanto dolor que causa la construcción”.

Pero también un corazón hecho de caléndula, “para ver si curamos esa expansión urbana. Y un bello mensaje que tienen las abejas que están en extinción, recreadas por un polen de la finca Altamira, que encontramos yendo hacía Usme Pueblo”.

Para ella también la apertura de estos espacios es muy beneficioso para la comunidad y muy importante porque brinda “la oportunidad de encontrarse con artistas que vienen conversando y generando procesos y practicas artísticas sobra la comunidad.



Para todos nuestros lectores: este reportaje nace gracias a los planes de fortalecimiento de Alcaldía Local de Usme con los medios comunitarios de la localidad.

Aclaramos esta información para evitar malos entendidos y recordamos que esta unión no le resta importancia al trabajo de las organizaciones de Usme, las cuales hacen un trabajo hermoso y valeroso para sacar adelante cada día nuestro apreciado territorio.

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