Nadie podría imaginar que el creador del festival de cine verde más importante de Colombia moriría por un paro cardíaco tras el discurso de cierre, el último día del evento. Bien podría ser una escena de una película, pero la realidad supera la ficción. Sucedió en el Festiver y tristemente a Toto Vega. Quién hoy cumple una semana de habernos dejado. Q.E.P.D.

Ariosto ‘Toto’ Vega, un santandereano de Vélez que nació el 22 de septiembre de 1969, fue el cocreador, junto con su esposa, la también actriz, Nórida Rodriguez, del Festiver. El festival de Cine Verde de Barichara.

Una apuesta que este 2022 celebraba su edición 12, y que, como todos los años, busca concienciar y sensibilizar sobre el medio ambiente y el cuidado de los recursos naturales, usando el cine y los medios audiovisuales como una herramienta para educar, entretener y transmitir conocimiento.

Una tarea que han logrado ejercer con el mayor de los juicios y que el público ha sabido reconocer edición tras edición. Y lo digo porque este festival no es nuevo para mí. En 2011, su primera edición, dirigido por Rubén Melo y producidos por María Paula Jiménez, participamos con dos piezas audiovisuales, en la categoría Cogollos Verdes.

Y como en aquella ocasión, el festival nos permitió ver grandes piezas de grandes directores que desde entonces piensan en la protección del medio ambiente.

En ese entonces fue ‘El hombre de las serpientes’, un documental colombiano dirigido por el francés Eric Flandin, que nos transporta por Colombia, a través de la vida de Franz Flores. Un maestro en ciencias biológicas de la Universidad del Tolima y un verdadero encantador de serpientes, quien logra, con esa única arma pedagógica, invitar a todos los actores del conflicto del país a participar en la conservación de la naturaleza.

Y este año, que volví a ir: Boa, Los días que (nunca) fueron y Remolinos de guerra y desarrollo. Los dos primeros, cortometrajes de animación, el primero sobre la confrontación y la posición de la naturaleza en medio del conflicto; y el segundo, sobre la tensión que genera la sobreinformación.

Y el último, un documental que explora el caso del río Sogamoso en Santander, un brazo del Río Magdalena, atravesado por la guerra y el extractivismo.

Además, El Nahual, un documental producido por El Tiranosaurio Digital y Silent Art, que comenzó su ruta de festivales en el Festiver. Una historia que cuenta las decisiones que llevaron a la familia Florián a abandonar la ciudad y mudarse al campo para apostar por la permacultura, y donde se pone a prueba el valor y la consciencia de todos, al apoyar a la hermana menor a tener su hijo de forma natural.

Además, las otras 74 películas que formaron parte de esta edición del Festival de Cine Verde de Barichara, las cuales Toto, llevó a las pantallas de cine para nosotros y para muchos otros que casi nunca tienen la oportunidad de ver películas en pantalla grande.

Porque si no lo sabían, el Festiver, además de talleres, ecocaminatas, exposiciones y mercado campesino, tiene el Campecine. Una apuesta por llevar cine verde a las veredas y municipios de la Provincia Guanentina, que este año se realizó en cuatro puntos de la región: Villanueva, Pinchote, Galán y la Vereda Villanueva.

Hoy nos despedimos nuevamente de Toto, pero no de su legado, y todo el equipo de comunicaciones de El Nahual y El Tiranosaurio Digital, nos unimos a este desafortunado momento que nunca en la mente nadie pudo imaginar que pasaría. Gracias Toto, hasta la próxima Festiver.

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