Ratones vestidos con chaquetas de ediles huyendo con dinero en su hocico y la frase En Usme nos roban la cultura, es el mural que pintó la mesa local de grafiti para mostrar su rechazo por la “mala gestión del presupuesto local” y el debacle que llevó a la cancelación de dos de los festivales más importantes de Usme en 2024. El de metal y el de hip hop.
Una historia que arrancó en 2022 con los ediles de Usme, Darwin Peña (quien repite periodo actualmente) y Cristian Camargo (quien ya no es edil), impulsando un acuerdo con poca participación ciudadana y promesas que no se cumplieron. Como que no se acabarían los dos festivales que finalmente no se hicieron.
Por lo cual, “esta manifestación nace por la necesidad de expresar nuestras inconformidades frente a tantos desvíos de dinero que han existido en este año”, le contó a El Tiranosaurio Digital, A.K.A Adex, miembro de la mesa local de grafiti de Usme.
Para él, En Usme nos roban la cultura es una intervención que representa décadas de mala gestión y el robo masivo que “tenemos que soportar año tras año”. En especial este 2024, ya que “somos dolientes del Festival Hip Hop de Usme, el cual no se piensa hacer y solo responden con evasivas y excusas”.
Refiriéndose a los ediles de la zona quinta, “y de la pobre gestión que hacen con los recursos que van dirigidos al sector cultural”, agrega.
Y es que para ningún habitante de Usme que se dedique a la producción cultural, es un secreto que el cambio en los festivales locales creó un gran malestar en el sector.
Una situación que comenzó desde el 12 de diciembre de 2022, cuando los ediles Cristian Camargo y Darwin Peña llevaron adelante un acuerdo que institucionalizó 9 festivales en la localidad de Usme. Uno por cada una de las UPZ de la zona quinta, que son 7, y dos conmemoraciones, una para la población indígena y otra para la afrodescendiente.
Y que empeoró en 2024, cuando el POAI, Plan Operativo Anual de Inversiones, de la Alcaldía de Usme comenzó, y de los 16 festivales que solían hacer, eso sí, con mucho lobby, finalmente solo se hicieron los nueve que quedaron en el acuerdo. Un logro para los ediles pero que le salió caro a la cultura local.
Pues acabó con la vida de dos de los festivales más grandes que tenía Usme: el de hip hop y el de metal. Tan solo en 2023, cada uno logro agrupar más de 1500 personas en sus respectivas plazas y se presentaron artistas locales, nacionales e internacionales, como Mambo Rap.
Ese 12 de diciembre de 2022, Cristian Camargo dijo: “este acuerdo no eliminará los demás festivales, sino que busca la participación de igualdad entre las siete UPZ”. “Mejor no Io pudo decir el edil Cristian Camargo”, agregó, el también edil Darwin Peña.
“Ya que la idea es que se formalicen los festivales y que no dependan solo de los presupuestos participativos”. Una idea que vendieron como humo, pese a las advertencias de sus colegas, los ediles Hugo Villamil y Miguel Torres.
Hugo Villamil, quien es actualmente el presidente de la Junta Administradora Local, al leer el proyecto de acuerdo de festivales en 2022, indicó que “hay varias UPZ de Usme que nunca han tenido festivales”, mientras que otras lo habían hecho por 30 años. Y le sumó su preocupación por la ausente “participación de la comunidad” para tener voz y voto en esta decisión.
Mientras que Miguel Torres, quien no alcanzó los votos necesarios para repetir periodo, les propuso que “presentarán la iniciativa para marzo de 2023, donde se tenga la participación de las comunidades al respecto”.
Advertencias que finalmente no se tuvieron en cuenta y que terminaron pasando factura en 2024.
Las reuniones que no llevaron a nada
Como era de esperarse, la comunidad cultural de Usme estaba insatisfecha con los 9 festivales propuestos. Y para colmo, la fundación que se ganó la contratación para ejecutarlos, Fundesco, le puso Usme Centro Hip Hop Fest a uno de ellos. Algo que no cayó nada bien en la comunidad hip hop de la zona quinta.
Lo peor, es que según el acuerdo local, cada festival iba a ser concertado con la comunidad. Sumado al hecho de que un servidor público de la alcaldía, que tenía un contrato de tres meses con la oficina de prensa, se presentaría en el festival, en un claro conflicto de intereses.
Y con esta información en la cabeza, el 13 de julio de 2024, varios líderes de colectivos de hip hop se reunieron en la plazoleta de La Marichuela y cuadraron una marcha para sabotear el evento, pero antes de eso, el evento se canceló.
Días después, Darwin Peña, reelecto como edil para el periodo 2024-2027 por el Partido Liberal y uno de los defensores del acuerdo local, fue invitado a través del Consejo Local de Arte, Cultura y Patrimonio a una reunión con varios agentes culturales y les hecho la culpa de la mala gestión entorno a los festivales. “Ustedes están así, porque quieren estar así”.
Para él, el problema era cómo Fundesco estaba escogiendo el nombre y los artistas que se presentarían en los festivales, pero nunca puso en duda nada del acuerdo local que impulsó. De hecho, culpó a sus colegas ediles, sin delatar a ninguno exactamente, de que se estaban prestando para que todo saliera mal.
Dijo que no era justo que en la conmemoración de los pueblos indígenas se hubiera invertido más de 50 millones de pesos, lo que le correspondía a cada festival, para beneficiar a 40 o 50 personas. “Eso no es justo. A mi me da piedra”.
Y finalizó asegurando que él le haría control político al contrato 690, entre Fundesco y la Alcaldía de Usme. “Les voy a dar talla. Toda la que se coman porque no estoy de acuerdo. Van a tener un man (refiriéndose a él mismo), una ladilla al lado (también hablando sobre él), en ese 690”.
“Y hoy, antes ustedes, me comprometo a suspender el 690. Mañana mismo desde la JAL vamos a sacar un comunicado donde pedimos la suspensión”. Una suspensión que nunca sucedió.
De hecho, irónicamente, invito a la comunidad a participar en la creación de acuerdos para mejorar los festivales y la cultura en Usme, encuentros que nunca se le ocurrieron en 2022, pese a las advertencias, mientras impulsó, con el entonces edil, Cristian Camargo, el acuerdo local que llevó a esta desazón.
Respecto a sus postura durante la reunión, El Tiranosaurio Digital le pregunto al edil Darwin Peña, a través de whatsapp, si había realizado lo que prometió, pero nunca respondió.
La falta de veeduría
La falta de veeduría que prometió el edil Darwin Peña al contrato 690, sumada a la falta de veeduría de sus colegas, benefició directamente a la fundación que ejecutó el proyecto.
Mientras que el sector cultural veía con preocupación cómo los festivales más grandes de Usme no iban a realizarse, el operador, que contaba con 53 millones de pesos para la realización de cada uno, tenía vía libre pese a que no todo estaba claro.
Por ejemplo, los solistas, que eran gran parte de las presentaciones no estaban contemplados. El proyecto solo se pensó para grupo musicales de mínimo 4 personas con un pago de 2.546.600. Pero al final, todos los solistas que se presentaron, evidentemente no recibirían ese pago ni superaría el millón de pesos. Pero esa es otra historia.
Descargué el acta que quedó de la aprobación de los festivales de Usme en 2022 y lean los acuerdos y las palabras que dijeron los ediles ese día.
