Para celebrar el Día Internacional del Circo, Wayak, una compañía circense originaria de la localidad de Usme, inspirada en el arte como herramienta de transformación social, decidieron cruzar en cuerda floja, también llamada highline, la calle 13 con carrera décima en el centro de Bogotá.
La actividad, que se celebró el pasado 15 de abril, fue una hazaña para celebrar el Día Internacional del Circo, pero también para “dignificar y reivindicar el highline”, le dijo el deportista, artista de circo y gestor cultural, Javier Acuña a El Tiranosaurio Digital.
Él, quien fue uno de los que atravesó la calle 13 con carrera décima a más de 40 metros de altura y uno de los gestores para que la actividad pudiera ser realizada, reconoce que no hay una cabeza visible en el grupo, “sino un equipo de trabajo que entre todos lo hicimos posible”.
Para Javier, el highline es un deporte colombiano que no es nuevo y valora que la comunidad lleva muchos años de esfuerzo “para conseguir este tipo de espacios y lugares”.
Junto a Wayak, estuvieron presentes La K zona, uno de los principales organizadores con Cirwepa y Cirwebert; y otros colectivos, artistas y highliners, como Flow slakline, Satagaos Slaklife, Duosimbiosis, Marko Moreno, Javier Acuña, Hugo Moreno y Ximena Reyes, entre otros.
Por otro lado, cabe mencionar que este no solo es un hito histórico para el centro de Bogotá y la historia de Colombia, sino para este deporte, porque es la cuerda de highline urbana más larga que se ha puesto en la capital del país.
Finalmente, Javier agrega que este tipo de hazañas son importantes porque transmiten emoción, así como cuando ellos practican entre montañas. Un sentimiento, “que le quisimos transmitir a Colombia”.
Algo que sin duda alguna lograron y con creces, porque durante varias semanas el evento se compartió como pan caliente en redes sociales.
Ahora sueñan con cruzar una mayor y más alta distancia, por lo que su próxima meta podría ser entre el edificio de Avianca y la torre Bacatá.
El acto tuvo el acompañamiento de la Secretaría de Salud, Bomberos y Policía, pero también fue apoyado por los comerciantes de San Victorino, quienes aprovecharon la oportunidad como una estrategia comercial para el sector.
