PORQUE EL CINE COLOMBIANO está traspasando fronteras, El Tiranosaurio Digital los invita a celebrar que el próximo tres de febrero y por segunda vez consecutiva en la historia del país, una producción nacional tendrá la oportunidad de ganarse uno de los reconocimientos más importantes del cine iberoamericano con el documental Amazona: el Premio Goya a Mejor Película Iberoamericana.
Una pieza audiovisual filmada en la selva del Amazonas que gira en torno a la decisión de Val –Valerie Meikle, la protagonista– de abandonar todo, incluso a sus hijos, y redescubrirse a sí misma como una mujer sin ataduras del deber ser, respecto a la responsabilidad de ser madre.
El documental es filmado por su hija Clare Weiskopf, quien tres décadas después de que su madre empezará un viaje del que nunca regreso cuando ella tenía once años, decidió ir, embarazada, a confrontarla sin juzgamientos en búsqueda de lo que representa la maternidad.
Entrevista por Vidal Romero | @viralio
El Tiranosaurio Digital (ETD): Cuéntame en qué momento hacer la historia se convierte en parte importante de tu vida.
Clare Weiskopf (CW): Fue desde que estudié Comunicación Social donde me planteé lograr algo así. Mi tesis de grado se llamaba Autorretrato amateur y en él yo le daba la cámara a los personajes para que se grabarán: uno de ellos fue mi mamá.
Ella siempre ha sido muy relevante en mi vida. Aparte de ser mi madre es tremendo personaje, y por eso siempre había tenido la idea de hacer algo sobre ella. Sin embargo, fue en el proceso que duró siete años donde junto a Nicolás –Nicolás van Hemelryck, su esposo y productor–, que realmente se convirtió en una película sobre la maternidad. Y mucho más porque fue cuando quedé embarazada.
ETD: ¿Por qué decidió hacer cine para descubrir el significado de la maternidad?
CW: No, yo no estudié cine para hacer una película sobre la maternidad. En un principio no era el tema principal, sino que cada vez se volvió más. Yo en el proceso quedé embarazada y voy con mi mamá en un viaje hacia el pasado para entender las decisiones que tomó en la vida. Al principio había muchos temas, pero luego, orgánicamente, como fue un proceso tan largo, se volvió el tema principal de la película.
ETD: ¿Qué representaba para usted la maternidad antes de Amazona?
CW: Desde mi experiencia como hija, tenía algo de inseguridad de cómo iba a ser yo como madre porque había tenido una vida un poco inestable frente al tema. Pero haciendo la película entiendo a mi mamá en muchas de las cosas y también entiendo la oportunidad de otra manera.
ETD: ¿Ahora cómo la entiende?
CW: Creo que es posible ser madre y ser libre – aunque entiendo que depende desde qué es libertad para cada persona-. Digamos entonces, que yo sí creo que cuando uno es madre no solo es madre, sino que se sigue siendo mujer y que se pueden seguir haciendo muchas cosas al mismo tiempo.
Cuando mi mamá, por ejemplo, en la película habla de sacrificio, la entiendo muy bien porque habla sobre esas mujeres que se sacrifican por sus hijos y terminan siendo solo madres. Y es que cuando uno es madre, la palabra sacrificio tiene un significado muy pesado y muy fuerte con una connotación muy religiosa.
ETD: ¿Cómo se sintió con las respuestas de su madre frente a la vida y sus decisiones?
CW: Creo que ella es muy coherente con su vida y cómo vive su vida. Sus respuestas van de la mano con como ella ve la vida y entiendo que cada uno ve la vida desde un punto de vista distinto. Obviamente yo lo hago desde el punto de vista de hija.
Sin embargo, para mí lo importante ahí, es que se abre un debate acerca de qué significa ser madre y qué espera la sociedad cuando una mujer lo es.
ETD: Entonces, ¿Cuál es la enseñanza más grande que le quedó luego de filmar este encuentro con su madre y mostrarlo al mundo?
CW: La enseñanza más grande que me quedó de hacer la película, yo creo que es que la gente tiene muchas ganas de hablar de estos temas.
Previo al estreno se la mostramos a un grupo selecto de intelectuales y de escritoras quienes decían: “Colombia no está preparada para hablar de esto”. Y yo creo que demostramos lo contrario. Colombia sí está preparada para hablar de estos temas que se consideran tabúes.
Creo que la enseñanza es eso, que es importante abrir la discusión –sobre todo en el tema de la maternidad– porque las mujeres queremos manifestarnos sobre que no solo se trata de ser madre, sino de luchar por nuestros sueños, metas y libertades.
ETD: Al ser una historia tan personal, ¿Por qué consideró importante llevarla a la pantalla grande?
CW: Creo que el reto más grande que tuve, y que se logró, es que, siendo una película tan personal y una historia familiar la gente se sintiera identificada con ella. Porque así no tengan la mamá que yo tuve, todo el mundo tiene conflictos con sus padres.
Muchas veces no somos capaces de decirles –a los padres– lo que sentimos y creo que ahí se vuelve universal. Si no, se hubiera quedado en un buen chisme familiar y ahí no tendría ningún sentido.
ETD: ¿Volvería a plasmar una historia personal en el cine?
CW: La verdad fue un proceso muy largo y muy difícil, eso fue como una montaña rusa de emociones. Admitir que estaba contando una historia tan personal y mostrar a mi familia y a mí de una forma vulnerable hacía el mundo no es fácil, pero creo que lo hice de la mejor manera. Sin juzgar.
Y sí, volvería a hacer una película personal. Son las que me llenan. Documentales como los de Alan Berliner –http://www.alanberliner.com/–. Creo que contando historias pequeñas o intimas se logra universalidad y se logra conectar con la gente y con lo que sienten las personas en su entorno personal y familiar.
ETD: Por último, dos preguntas. Un premio Goya es un reconocimiento muy importante en el mundo del cine ¿Cuál es su expectativa frente a esa nominación?
CW: La verdad es que Amazona sobrepasó nuestras expectativas. Esto no es una película que hice sola, hubiera sido incapaz de hacerla. La hice con mi esposo, productor y codirector y creo que sin él hubiera renunciado a hacerla.
Desde que ganó el premio del público en Cartagena, eso ya fue como un gran sello. Ahí se abrieron las puertas. Obviamente una nominación a los Premios Goya no lo esperábamos para nada. La hicimos en un cuarto en el Amazonas básicamente con una cámara de fotografía, muy artesanal.
Obviamente sería delicioso ganarnos el Goya, pero sé que es muy difícil. Estamos nominados con tres producciones de directores muy duros y esta es nuestra primera película, sumado a que no venimos del mundo del cine. Para nosotros ya es un premio estar ahí, entre estas cuatro producciones latinoamericanas.
ETD: Gracias a Amazona esta es la segunda nominación consecutiva para Colombia a Mejor Película Iberoamericana -Luego de Anna de Jacques Toulemonde- en unos premios Goya. Frente a eso ¿Cómo ve la evolución del cine colombiano y sus principales retos de cara al futuro?
CW: Estamos súper contentos con el recibimiento que tuvimos en salas. Tuvimos 33 mil espectadores que eso para un documental era impensable porque la gente tiene en la cabeza que son aburridos. Eso fue muy importante y me hace pensar que se está cambiando la idea de qué significa el documental, no solo el de televisión. Eso me da mucha alegría y mucha esperanza en el público en Colombia.
Y quiero también resaltar en este punto la labor del Fondo de Desarrollo Cinematográfico (FDC) y de Proimágenes, porque sin ellos no hubiéramos podido hacer la película.
Tenemos un fondo muy importante, tanto así que somos la envidia de América Latina. No solo apoyan a las películas sino a la distribución. Sin ellos es muy difícil hacer cine en el país. Merecen un crédito bien grande porque apoyan mucho a los cineastas y están viendo la mejor manera de que nuestras películas se vean y se distribuyan. En eso vamos mejor.
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Amazona, la cuota colombiana en los Premios Goya by El Tiranosaurio Digital | Vidal Romero is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License.